12 de Septiembre de 2025La administración estadounidense ha ampliado el alcance de los aranceles existentes en virtud del artículo 232 sobre el acero y el aluminio para incluir, por primera vez, una máquina-herramienta: los centros de mecanizado para trabajar metales (código arancelario 845710).
Estas máquinas representan casi el 15 % de las exportaciones de máquinas-herramienta de los miembros de CECIMO a los Estados Unidos, uno de los mercados más importantes del sector fuera de Europa. Según los datos de aduanas, la medida podría afectar a unas exportaciones europeas por valor de 500 millones de euros.
Con arreglo a las nuevas normas, los centros de mecanizado estarán sujetos a un arancel del 50 % sobre el valor de su contenido de acero y aluminio, además del arancel básico del 15 % que se aplica al resto de la máquina. En función del contenido de acero, esto supone una carga arancelaria que podría acercarse al 50 % en términos efectivos. Además, la nueva normativa afecta no solo a las máquinas nuevas, sino también a las piezas de recambio.
Además de la inclusión del código HTS 845710, los exportadores se enfrentan a nuevas obligaciones de declaración en virtud del artículo 232. La Aduana de los Estados Unidos exige ahora declarar el país de origen en el que se ha procesado y trabajado el acero. Por lo tanto, los fabricantes europeos deben identificar y calcular el contenido de acero y aluminio de cada máquina exportada a los Estados Unidos, lo que supone no solo una carga administrativa y normativa adicional, sino también un alto nivel de incertidumbre con respecto al cumplimiento de la legislación y, en el peor de los casos, sanciones.
Lo que es aún más grave es que la carga administrativa adicional es desproporcionada en relación con los ingresos generados por las exportaciones de máquinas. Los costes y la administración que implica la normativa arancelaria estadounidense está bloqueando las exportaciones europeas y, a medio plazo, también restringiendo la inversión en los Estados Unidos. Las industrias que dependen de la tecnología de producción europea, como la automovilística, la ingeniería mecánica y la aeronáutica, así como la industria de defensa, están perdiendo su ventaja competitiva. El bloqueo mutuo también debilita por igual a ambos lugares de producción.
La inclusión de los centros de mecanizado en la lista arancelaria genera costes adicionales sustanciales para los exportadores de la UE, al tiempo que socava la competitividad de las industrias transformadoras estadounidenses, que dependen en gran medida de la tecnología de fabricación avanzada europea.
Además, la Administración estadounidense ha manifestado su intención de establecer un proceso formal para añadir códigos de productos adicionales a la Sección 232 tres veces al año, lo que aumenta la incertidumbre en el entorno comercial.
Estos aranceles ejercen una presión significativa sobre el sector de la máquina herramienta, aumentando los costes y la incertidumbre para los exportadores europeos, creando cargas administrativas adicionales relacionadas con los requisitos de declaración del origen del acero y generando inestabilidad en el mercado para los fabricantes estadounidenses que dependen de las herramientas de alta precisión europeas. Al encarecer las máquinas herramienta europeas en el mercado estadounidense, estas medidas corren el riesgo de erosionar la competitividad de la industria manufacturera estadounidense, al tiempo que socavan la posición de los exportadores europeos de máquinas herramienta que suministran estos productos esenciales. En última instancia, los fabricantes europeos se enfrentan a una amenaza existencial para su negocio, lo que podría llevarles a cesar por completo su actividad en los Estados Unidos.
«La industria manufacturera europea es líder mundial en innovación y soluciones de precisión. La imposición de aranceles desproporcionados a nuestras exportaciones perjudicará a ambas partes del Atlántico. Instamos a la Comisión Europea a que se ponga en contacto urgentemente con la Administración estadounidense para excluir las máquinas-herramienta europeas del ámbito de aplicación de los aranceles de la Sección 232 sobre el acero y el aluminio. CECIMO está dispuesta a apoyar a la Comisión en estas conversaciones», comentó Filip Geerts, director general de CECIMO.